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El mercado inmobiliario español se encuentra en un momento de transición. Tras un año 2022 de fuerte crecimiento, en 2023 se espera una desaceleración, aunque los precios de la vivienda se mantendrán en niveles elevados.
Según las previsiones de Caixabank Research, el precio de la vivienda en España aumentará un 2,9% en 2023, para desacelerarse al 1,1% en 2024. En términos reales, la inflación erosionará parte de este crecimiento, por lo que los precios de la vivienda podrían caer un 2,7% entre 2023 y 2024.
La desaceleración del mercado inmobiliario se debe a una serie de factores, como el aumento de los tipos de interés, la guerra en Ucrania y la incertidumbre económica global.
El aumento de los tipos de interés encarecerá el crédito hipotecario, lo que dificultará la compra de vivienda para los compradores con menor capacidad de ahorro. La guerra en Ucrania también está afectando al mercado inmobiliario, ya que está provocando un aumento de los precios de las materias primas, lo que está encareciendo la construcción de viviendas. La incertidumbre económica global también está afectando al mercado inmobiliario, ya que está generando cierta cautela entre los inversores.
A pesar de estos factores, se espera que el mercado inmobiliario español siga siendo sólido en los próximos años. La demanda de vivienda sigue siendo elevada, ya que España es un país atractivo para la inversión inmobiliaria. Además, la economía española está creciendo a un ritmo sólido, lo que está generando empleo y riqueza.
En términos de segmentos, se espera que la vivienda nueva siga siendo el segmento con mayor crecimiento en 2023. La vivienda de segunda mano, por su parte, registrará un crecimiento más moderado.
En términos de zonas, se espera que las ciudades grandes y las zonas turísticas sigan siendo los mercados más dinámicos.
En conclusión, el mercado inmobiliario español se encuentra en un momento de transición. La desaceleración del mercado es inevitable, pero se espera que siga siendo sólido en los próximos años.
